Es uno de los términos de moda hoy en día: reacondicionado, y se utiliza sobretodo en productos tecnológicos.
Reacondicionar un producto es devolver el producto a un estado funcional y estético lo más parecido al original. El proceso consta de varias fases.
Fase 1: Verificación, valoración estética y certificación del estado inicial.
En primer lugar se verifica si cumple con todas las características de funcionalidad originales. Para ello, el producto se conecta a un programa de análisis que testeará uno a uno los diferentes componentes internos y emitirá un informe certificado del estado. Es muy parecido a los controles informáticos que realizan en los talleres de coches, donde es el propio coche el que hace una autoevaluación de su estado y transmite esta información al taller.
Adicionalmente, el producto es sometido a un banco de pruebas adicionales de acuerdo a una serie de puntos de control que tiene el verificador. Esto asegurará una doble verificación de la mayoría de componentes para una mayor seguridad.
Una vez conocemos el estado interno del producto, para realizar una valoración estética se observa el producto por todas sus caras y se anotan los posibles desperfectos que tiene agrupándolos en muy graves, graves y leves.
Fase 2: Valoración del reacondicionado
En esta fase el profesional cualificado decide si conviene realizar el reacondicionado o si por el contrario el coste no justifica su reacondicionado y por tanto debe ser reciclado convenientemente.
Fase 3: Reparación y/o sustitución de componentes funcionales si es necesario
Tras una valoración positiva de la fase 2 se continúa adelante a la fase 3. Si como consecuencia de los análisis que hemos realizado en la fase 1 el móvil presenta desperfectos funcionales, se acomete la fase de reparación/sustitución de aquellos componentes que no funcionen correctamente.
Para ello, con la ayuda del informe generado en el punto anterior se accede a la pieza que falla y se sustituye por otra igual. En otros casos, la pieza original es reparada y se vuelve a colocar en su lugar original.
Fase 4: Restauración y/o sustitución de partes externas.
La valoración estética realizada en la fase 1 nos indica los defectos observados. Es el momento de sustituir, pulir y en definitiva realizar cualquier operación en las partes visibles del producto que permita dejarlo en el mejor estado posible.
Fase 5: Control de calidad y certificación
Llega el momento de verificar que todo funciona correctamente. Para ello, se realizan pruebas a dos niveles:
- Análisis automático de componentes: se vuelve a revisar con un sistema automático de verificación todos los componentes para comprobar que el producto funciona correctamente.
- Banco de pruebas manuales: se realiza un segundo análisis manual de las características principales del producto para comprobar que cumplen con lo que dice el análisis automático.
Si surgiese cualquier problema en esta fase, el producto volvería a las fases de valoración y reparación convenientemente.
Fase 6: Limpieza a fondo y empaquetado
Por último, se realiza una limpieza del producto con ultrasonidos y otras técnicas para eliminar todos los restos de suciedad e impurezas. Esto asegura que el producto se encuentra casi como el original.
Una vez limpio, se protege y empaqueta convenientemente para que no sufra ningún daño. Nuestro producto está listo para tener una segunda vida, ahorrando al planeta emisiones, y a ti mucho dinero.
Es importante destacar que en la mayoría de casos el reacondicionado no conlleva una reparación o sustitución de partes, sino solamente la parte de limpieza, porque se trata de productos que funcionan perfectamente.